Poema de ausencia
Esta noche he soñado que venías por la tarde-noche a mi casa que a la luz de un plan habitualmente definido ascendías por el rellano que no tengo. El jardín adolescente se reflejaba en las vitrinas. Me mirabas con una cara que a pesar de ser alegre subyacía en ella una mezcla de emociones que parecían ser sabedoras de un conflicto pretérito y costoso. Yo recuerdo- qué verbo más extraño aquí- que de mi boca salía algo que no sonaba a reclamo, ni deuda ni culpa. Creo que nuestros nombres volvían a pronunciarse con iniciales invocando la celebración y volviendo a las dinámicas cómodas de antaño no por viciadas, sino por naturales, cotidianas. Soñé que ese tiempo era verano y aunque EL VERANO ya fuese, de alguna manera, ya no lo recuerdo y entierro eso tras mil capas amortiguadas que queman si las toco o las invoco. Ahora trato de asomarme a la superficie y como si tomara una fuente en llamas, uso guantes por si acaso. Y aunque sé que cua...